ENSAYO
JESUCRISTIANO
PRIMERO
LA
BATALLA POR EL SIGLO XXI
I.- LA PAZ DEL REY Y LEY DE DIOS CONTRA LA GUERRAII
SOBRE
LA CONTRADICCIÓN ENTRE LA LEY DE CRISTO -LEY CIVIL- Y LA LEY DE DIOS CONTRA LA GUERRA - LEY NATURAL
"Habéis
oído que hace tiempo se dijo al pueblo: 'No asesinarás, y cualquiera que
asesine será sometido a juicio'; pero yo os digo que cualquiera que se enoje
con un hermano o una hermana será sometido a juicio. Y quien diga a un hermano
o a una hermana: 'Raca', responderá ante el tribunal. Y quien diga: '¡Tonta!'
correrá el peligro del fuego del infierno.
Por lo
tanto, si estás ofreciendo tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu
hermano o hermana tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar.
Primero ve y reconcíliate con ellos; luego ven y ofrece tu ofrenda.
Arregla
rápidamente el asunto con tu adversario que te lleva a juicio. Hazlo mientras
estáis juntos en el camino, o tu adversario puede entregarte al juez, y el juez
puede entregarte al oficial, y puedes ser arrojado a la cárcel. En verdad le
digo que no saldrá hasta que haya pagado el último centavo".
El cara a
cara entre la Ley Civil y la Universal viene a hacernos reflexionar. La Ley de
Cristo es clara y no admite discusión: La pena de muerte sobre los actos
civiles está fuera de discusión. El poder sobre la vida y la muerte pertenece
exclusivamente a Dios. Ninguna acción entre individuos puede ser sometida a la “muerte”.
El asesinato, el robo, el adulterio, todo tipo de acciones nacidas en el seno
de la Sociedad y referidas a los Individuos están comprendidas en la Ley de
Cristo. La Sentencia de Pena de Muerte sobre las acciones del Individuo está en
contra de la Ley del Reino de Dios.
No es de
nuestro interés entrar en una discusión sobre los diferentes modelos de
sociedad fundados en la Muerte como medio para encubrir las deficiencias de la
Sociedad, haciendo de la Justicia una Casa de Venganza en lugar de una Casa de
Derecho. La Justicia existe y entra en escena cuando hay, y porque hay
desigualdad entre los Individuos. No es que la Igualdad solucione la Justicia.
Por supuesto que no, la Justicia permanece para apoyar esa Igualdad. Las ramas
no desechan sus raíces una vez que han alcanzado su madurez. Ni la casa sus
cimientos una vez concluida. Por otra parte, la Venganza no resuelve el
problema; todo lo contrario, la Venganza abre la puerta al siguiente asesinato,
al siguiente ladrón, al siguiente adulterio, y así sucesivamente. La Victoria
de la Justicia se alcanza cuando la Sociedad y el Individuo se convierten en
Uno, y el asesinato, el ladrón, el adulterio, etc., se prohíben, no por miedo,
sino por Amor del Individuo hacia la Sociedad y de la Sociedad hacia el
Individuo. El hecho de que el Individuo no sea más que un esclavo de cuya
sangre y sudor vive un Estado: es el origen del asesinato, del robo, del
adulterio y de todo tipo de acciones de las que provienen la miseria, el dolor
y el horror.
No importa
el tiempo que le lleve a la Justicia alcanzar su Victoria, el Hombre tiene que
atenerse al poder de la Ley de Cristo, la transgresión de la misma, haciendo de
la Pena de Muerte la respuesta de la Sociedad a los problemas de los
Ciudadanos, esta respuesta pone la Venganza como fin de la misma, “el
transgresor está muerto, el problema está terminado”, y en consecuencia la
Sociedad sigue trayendo nuevos asesinatos a escena. Cerrar sangre con sangre no
lleva a ninguna parte.
Esta Ley de
Cristo había sido la estrella del norte que guiaba a la Civilización Occidental
desde la naturaleza sangrienta de los Bárbaros y las Naciones Antiguas hasta el
puerto de la expulsión del Libro de la Ley de la Pena de Muerte como respuesta
al Mal que la Sociedad da por sentado. Esta peculiaridad, la pena de muerte
como respuesta de la Justicia a los Problemas de la Sociedad, compara a los
angloamericanos con las Tiranías de nuestros días, China, Irán, Arabia, etc.
Para un hombre cristiano es una vergüenza que tal Sociedad se llame a sí misma
"cristiana" cuando la Ley de Cristo es tratada con la misma
reverencia que le profesan los judíos, los musulmanes y los comunistas. Pero
este es un problema que deben afrontar ellos. Aquí nos interesa más unificar la
Ley de Cristo con la Ley de Dios.
Cristo vino
a proyectar la Ley de Moisés a las Naciones, con la particularidad de la
Perfección de la misma una vez tocada al Hombre por el Espíritu de Dios, por la
cual el Hombre es Ley para sí mismo.
La sociedad
tal como la conocemos, en la Historia y sobre el terreno, se basa en la
esclavitud de lo Universal a la voluntad del Individuo. Los Muchos viven y
mueren por el bien de los Pocos. Y cuando estos Pocos luchan por la Igualdad,
los Muchos se quitan la máscara y muestran su verdadero rostro, un tirano, un
demonio, como el Carnicero de Siria. La sociedad es de Todos, por lo que los
Pocos tienen el deber moral de dar un paso atrás y ceder a la voluntad de los
Muchos cuando los Nuevos problemas necesitan Nuevas Respuestas, para las que
ellos no están preparados ni se encuentran a la altura.
Y aquí es
donde entra la Ley de Dios.
Dios no
abolió su Ley : "La muerte sobre el hacedor de la guerra". La misma
Necesidad que originó tal Ley existe hoy y para siempre. Lo contrario
significaría que el Diablo, (los Ángeles Rebeldes, Satanás, la Vieja Serpiente,
el Dragón), habrían conquistado a Dios, habrían puesto a Dios de rodillas. La
Abolición de la Ley sobre la Guerra significaría la Bendición de Dios sobre los
Amantes de la Guerra en nombre del Amor de Dios por sus hijos. La Rebelión de
los hijos de Dios, los que dirigidos por Satanás planearon la Caída del Hombre
como una declaración de Guerra a la Ley de Dios, esa Rebelión, si Dios hubiera
abolido la Ley, sería vencedora, y la Muerte de Cristo un fracaso.
Dios dio a
su Hijo un poder omnipotente sobre la cuestión civil, y como Rey le dio el
poder de Juez Supremo de su Reino, pero la Creación es de Dios, el Rey es el
Siervo de Dios para mantener la Paz sobre la Roca de la Justicia. La Ley
Universal compite a Dios; el Ser sobre el que pende la Vida Salvaje de toda la
Creación es Dios. Su Voluntad y Su Deber extienden su Poder y Omnisciencia
sobre el Árbol de la Vida sin distinción entre Rama y Retoño. El espacio y el
tiempo no hacen ninguna diferencia a los ojos de Dios. Hoy como mañana, Dios
creará nuevos Mundos, como creó otros Mundos antes del nuestro, y todos somos creados
Ramas de un mismo Árbol, el Árbol de la Vida, y el Árbol en su totalidad está
sometido a una misma Ley Creadora, Agua que alimenta todo su cuerpo.
La
contradicción, pues, el antagonismo entre la Ley de Cristo y la Ley de Dios, es
meramente aparente.
La Gloria de
la revolución que Dios ha consumado trayendo el Árbol de la Vida en el Cosmos a
la Inmortalidad que a ÉL le es propia, esta Gloria alcanza su perfección en la
Unidad Creador-Creación-Criatura en un mismo Cuerpo dotado de Alma y Espíritu.
Dios perfecciona su Revolución Cósmica integrando a su Hijo en la dimensión de
la Ley Civil : coronándole Rey Universal, Cabeza de este Cuerpo, la Sociedad entre
el Creador y su Creación: Vida a su Imagen y Semejanza, , liberada de la Muerte,
se convierte en la Encarnación de la Respuesta de Dios a las Ecuaciones Futuras
que el crecimiento del Árbol de la Vida en el Tiempo ha de poner sen el Espacio y la Materia.
“La Palabra”
es la Respuesta del Creador a su Creación. La Palabra es el Poder de la Vida
Inteligente. No existe Poder más elevado que la Palabra. Es a través de la Palabra que todos los
problemas tienen que ser resueltos. La Sabiduría es suprema hablando del este Futuro:
“Que nadie eche el vino nuevo en el odres viejos...”
Con estas
pocas palabras la intención es traer luz a la mente de aquellos hombres que
pueden sentirse estrangulados entre la Contradicción de Dios levantando la Pena
de Muerte sobre los señores de la Guerra, y la Ley de Cristo borrando del Libro
de la Ley Civil la Pena de Muerte como camino a la victoria de la Justicia contra
el Crimen.
El Crimen y
la Venganza nacen cuando la Injusticia es adoptada deliberadamente como Sistema
de Justicia. Para encubrir este sistema de Injusticia Legal, la Injusticia como
Estado impone la Pena de Muerte a fin de ocultar su Naturaleza Homicida. La Perfección de la Sociedad no está en
la Pena de Muerte contra actos cometidos como efecto de la Injusticia de la que
vive en el Estado y sobre la que se instala, sino en hacer de la Justicia un Cuerpo
Incorruptible, Insobornable, cuyo Brazo está sobre todas las Instituciones naturales
al Estado. Nada ni nadie está sobre la Justicia. LA Justicia no hace acepción
entre gobernante y gobernado, entre ciudadano y funcionario: no importa la dimensión
EN LA SOCIEDAD Y EN EL ESTADO que una
persona haya alcanzado “LA LEY ES DIOS”. La Corrupción de la Justicia, su servicio
del Estado, es decir, a un Gobierno de paso, es el principio de la destrucción
de la Sociedad, cuyo final únicamente tiene dos salidas: Guerra Civil y Dictadura.
Las Naciones
hemos cruzado estas dos puertas más veces de las que el Libro de la Historia Universal
registra. Justificarse en “no lo sabía” es un delito , la inocencia a estas alturas
del Tiempo es un crimen.
La esclavización
del Estado, creación de Dios y del Hombre, a un Gobierno tiene un único fin : la
Dictadura a través del hundimiento de esa Sociedad --a la que debe servir el Gobierno,
y contra la que el Estado debe proteger a la Nación-- en la miserable condición de un Pueblo viviendo
en los límites de la supervivencia.
Evidentemente
todos sabemos que la Ideología Socialista impuso este hundimiento como Hoja de
Ruta hacia la Dictadura del Proletariado, paraíso de los demócratas “según sus adoradores”.
Evidentemente
todos creímos que la experiencia de la Historia con el Socialismo del Siglo XX,
creador de Guerras Mundiales, de Guerras civiles, de Terror y Tiranías, abominables
por su sangriento imperio, liberaría a las naciones del Siglo XXI de buscar la
respuesta a los nuevos problemas en las viejas soluciones sangrientas, fratricidas
y genocidas que el Socialismo del Siglo XX alegremente cultivo a lo largo y ancho
de la Tierra.
Evidentemente la Historia también enseña que creer que
la cabra no vuelve al monte, y esperar que un burro siente Cátedra, es , si no
de locos, sí de discapacitados intelectuales cuya vi canciones es el sadomasoquismo
absoluto.
Así pues,
apenas dejado atrás aquel Socialismo Guerra-mundialista del Siglo XX, hemos
visto a la ONU apadrinando el Socialismo del Siglo XXI como parte de su Hoja de
Ruta en pro de la creación de un Estado Global Poli-imperial al servicio de una Neo-Dictadura Ideológica parta la que el Hombre es un animal
doméstico, contingente, desechable, cuya existencia ha sido superada por la robótica
y debe dejar paso a una Alianza de Civilizaciones para la que la Justicia es
simplemente una Zorra de lux.
Se entiende así
porqué la Lucha por el Siglo XXI ha traído a Dios de regreso a la Historia del Género
Humano.
De donde
resulta que la Ley de Cristo y la Ley de Dios no se oponen, ni se contradicen.
La Creación del Árbol de la Vida de las Naciones tiene a Dios por Autor, a Él y sólo a Él le
corresponde la Dimensión del Juicio sobre la Guerra. Porque la Guerra es una
Declaración contra su Creación, todo
acto de Guerra hace del Creador su enemigo a Muerte. Aquel que se levanta en Guerra,
por la Ley de la Guerra vive y muere, sus cenizas sean arrojadas a la calle
para que el Viento del Tiempo borre de la memoria de los hombres su nombre y su
locura.
Cuando se ha
matado en el Ser Propio la Ley del Amor a la Vida, el individuo, la nación y su
Gobierno pisan la Ley del Creador, le declaran la Guerra Dios. Cuando el Amor no
es suficiente y es expuesto al desprecio de quien tiene en el Odio y la
Violencia su gloria, el Temor al Dios de la Eternidad es traído a los ojos de
todos para que Caín venza el fuego del Infierno que corre por sus venas.
He aquí
entonces porque siendo DIOS Amor, SU ESPÍRITU, es decir, SU SER, “el espíritu
de YAVÉ”: Es espíritu de Sabiduría e Inteligencia,
de Entendimiento y Fortaleza, de Consejo y de… TEMOR A DIOS.
Concluyendo,
el Amor es Superior al Temor porque en el Amor a Fios vive el Amor a la Creación,
al Creador y a la Criatura, pero cuando la fuerza del Amor se ve atacada el Temor surge para calmar los vientos.
Ahora bien,
si quien ama sembrar vientos y recoger tormentas, en la creencia de que puede controlar
el Odio y la Violencia que sus palabras y obras desatan, sigue obrando acorde a
su demencia, cruzada la línea de la Ley
contra la Guerra caiga su Transgresión sobre su cabeza.
Lo
contrario, someter a la Ley Civil a quien se levanta en Guerra contra su
hermano, es en sí un acto de Guerra.
Y viceversa,
someter a la Ley contra la Guerra un delito cometido en razón de la imperfección
del sistema civil es un acto de terror.
De esta
manera he resuelto la cuestión de la contradicción entre la Ley de Cristo y la
Ley de Dios planteada en el día anterior.
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uw sólo le pertenece a quien es CDis Verdadero- |